Fe por promesa y no por la Ley

Romanos 4:13-14 Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe. 14 Porque si los que son de la ley son los herederos, vana resulta la fe, y anulada la promesa. 


Esta lectura se refiere a la promesa que Dios le dijo a Abraham, en donde notamos que esta promesa le fue contada como justicia por la fe, o dicho de otra forma, está fundamentada en la fe de Abraham y no está fundamentada en la ley, conocida como la ley de Moisés.

El Verso 14, dice que si a los que están bajo la ley, fuera esta promesa, entonces vana resulta nuestra fe, peor aún, esto anularía la promesa.

Pero la promesa de Dios es eterna.  Siempre se va a cumplir

2 Corintios 1:20  porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios.

Esto quiere decirnos que las promesas de Dios son eternas, están siempre vigentes y a disposición o disponible para el que crea en El.

El uso de las comas en el griego no existían.

Veamos el uso del si y el amén después de la frase “en él”

Para mayor comprensión:  Si = Verdaderas  y Amen= Eternas

Las promesas de Dios son en él Si, (que son verdaderas) y en él Amen (que son eternas.)

Para nuestra comprensión la vamos a leer así: "las promesas de Dios son verdaderas y eternas."

Vemos que en ambos casos se menciona la frase “en él”, porque El es el que promete.

Pero hay algo que no podemos dejar de un lado, y es la parte que nos corresponde a nosotros.

Dice este versículo: “por medio de nosotros, para la gloria de Dios”.

Esto significa, que somos nosotros quienes elegimos por el libre albedrío que tenemos, si recibimos o no el beneficio de esta promesa.

Una cosa muy importante es que esta promesa, que es por fe, que es verdadera, que es eterna, que está vigente, pasa por nuestra elección, por nuestra decisión, pero…

No es para gloria nuestra, es para glorificar a Dios.

Por eso no debemos gloriarnos, y creer que ya gozamos de la promesa de Dios, porque tenemos fe.  (O decimos tener fe, porque cuando vienen las pruebas nos olvidamos de esta promesa)

Agradeciendo con misericordia




Deuteronomio 15:11 Porque no faltarán menesterosos en medio de la tierra; por eso yo te mando, diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra.


Esta mañana vamos a reflexionar sobre el agradecimiento a través de la misericordia.


Todo cuanto recibimos de parte de Dios, tiene que llevarnos a un agradecimiento con lo que El nos da y por medio de su palabra vamos a estudiar que nos debe también llevar a tener misiricordia.


Debemos ser agradecidos con lo que Dios nos da.
En la palabra de Dios vamos a ver que muchas veces Jesucristo habla de ayudarle a los necesitados.

Cuando nosotros recibimos alguna bendición y no la compartimos con los más necesitados no estamos siendo agradecidos con Dios, porque lo que nosotros no vamos a poder recibir de Dios bendición alguna.

Leamos el contexto de la lectura inicial

Desde el Antiguo Testamento, ya había diferencias sociales, entre ricos y pobres.

Pero Dios manda a decirle al pueblo de Israel, que deben ser generosos, para los más necesitados.

Deuteronomio 15:7-11 Cuando haya en medio de ti menesteroso de alguno de tus hermanos en alguna de tus ciudades, en la tierra que Jehová tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano contra tu hermano pobre, 8 sino abrirás a él tu mano liberalmente, y en efecto le prestarás lo que necesite. 9 Guárdate de tener en tu corazón pensamiento perverso, diciendo: Cerca está el año séptimo, el de la remisión, y mires con malos ojos a tu hermano menesteroso para no darle; porque él podrá clamar contra ti a Jehová, y se te contará por pecado. 10 Sin falta le darás, y no serás de mezquino corazón cuando le des; porque por ello te bendecirá Jehová tu Dios en todos tus hechos, y en todo lo que emprendas. 11 Porque no faltarán menesterosos en medio de la tierra; por eso yo te mando, diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra.

Verso 7
Dice "en la tierra que Dios nos da.", de forma que debemos ser agradecidos con los que Dios nos da, y una forma de hacerlo es ayudando a los menesterosos, a los necesitados.


Porque de esa forma nos bendecirá Dios en todos tus hechos y en todo lo que emprendamos.

De lo contrario si somos de corazón duro, y no ayudamos al menesteroso, se nos podrá contar como pecado.

Verso 10
Sin falta le darás.

Sin excusa le darás.

No serás mezquino.

No serás tacaño.

Por ejemplo: Si sabemos que un almuerzo promedio cuesta 40 pesos y le damos a alguien que no ha almorzado solo 5, eso es ser mezquino si acaso andamos más dinero en la bolsa.

Verso 11
Abrirás tu mano.

NO debemos ser puño cerrado al momento de ayudar al necesitado.

Porqué Dios no responde?


1Samuel 28:3-6 Ya Samuel había muerto, y todo Israel lo había lamentado, y le habían sepultado en Ramá, su ciudad. Y Saúl había arrojado de la tierra a los encantadores y adivinos. 4 Se juntaron, pues, los filisteos, y vinieron y acamparon en Sunem; y Saúl juntó a todo Israel, y acamparon en Gilboa. 5 Y cuando vio Saúl el campamento de los filisteos, tuvo miedo, y se turbó su corazón en gran manera. 6 Y consultó Saúl a Jehová; pero Jehová no le respondió ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas.

En el Antiguo Testamento, Dios se comunicaba con el pueblo de Israel a través de los profetas, o por sueños, o por el Urim y el Tumim.

Urim y Tumim: eran dos piedras que se utilizaban para conocer la voluntad de Dios.  En el hebreo significan: Luces y perfecciones.

Estas dos piedras se guardaban en una bolsa del pectoral del sacerdote.

Levíticos 8:8  Luego le puso encima el pectoral, y puso dentro del mismo los Urim y Tumim.

El uso del Urim y Tumim, no se detalla en la Biblia, pero su respuesta podía ser: un “Si”, o un “No”

Por el lugar donde eran colocadas, que era una bolsa en el pectoral, se suponen que eran piedras planas.

Existen dos teorías sobre el uso de estas piedras:

El carcelero de Filipos


Hechos 16:30-31 y sacándolos les dijo: Señores, qué debo hacer para ser salvo? 31 Ellos dijeron: Creen en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.

Esta mañana vamos a reflexionar sobre esta lectura que nos dice: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.”.

Bastaría entonces con que solo un miembro de la familia crea y acepte a Jesucristo, y luego como de forma inmediata o automática, todos los miembros de su familia, -aunque no hayan aceptado a Jesucristo- sean Salvos.

Pero no es así.

Porque esta promesa muchas personas la toman fuera del contexto.

Vamos a analizar en el contexto el significado de esta promesa.

Porque podemos notar en las personas que nos rodean, que no en todas las familias se cumple esta promesa.

Hay familias donde uno de sus miembros acepta a Jesucristo y luego al tiempo vemos que toda su familia es llamada por Dios y también aceptan a Jesucristo como parte de sus vidas, y en esta familia se cumple la promesa.

Pero también es cierto que existen familias en donde al igual, sólo uno de sus miembros acepta a Jesucristo y pasa el tiempo, y vemos que el resto de su familia no.

Y podemos preguntarnos, porqué en unas familias si se cumple esta promesa y en otras no?

A que se debe?