2 Corintios 4:16-18 Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. 17 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; 18 no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
Esta mañana vamos analizar estos tres versículos, en donde podemos observar lo siguiente:
1.- nuestro hombre exterior se va desgastando
2.- vamos a pasar por tribulaciones momentáneas
3.- mirar las cosas que son eternas, que son las que no se ven.
El hombre exterior: El cuerpo, la carne
Con el paso de los años vamos a perder ciertas facultades, por el mismo deterioro de nuestro cuerpo, el envejecimiento nuestras células, el paso de los años.
Pero nuestro cuerpo interior se renueva día a día.
Esta renovación solo puede ser posible por la acción del Espíritu Santo en nuestras vidas.
La palabra de Dios nos dice esta mañana que a pesar del desgaste de nuestro cuerpo exterior, vamos a obtener por medio de la gracia, una renovación día a día, de la gracia, de la fe y la esperanza de resurrección.
Las cosas visibles no son eternas
Todas las cosas visibles que conocemos, en este mundo, aunque parezcan ser sólidas son pasajeras.
Las cosas invisible son eternas
No debemos prestar atención a las cosas visibles, ya sean estas de aflicción o alegría, para no quedar atrapados o que nuestro caminar a la meta en Cristo Jesús, se vea refrenado.