Ver lo que no se ve

2 Corintios 4:16-18 Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. 17 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; 18 no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

Esta mañana vamos analizar estos tres versículos, en donde podemos observar lo siguiente:

1.- nuestro hombre exterior se va desgastando

2.- vamos a pasar por tribulaciones momentáneas

3.- mirar las cosas que son eternas, que son las que no se ven.

El hombre exterior:  El cuerpo, la carne

Con el paso de los años vamos a perder ciertas facultades, por el mismo deterioro de nuestro cuerpo, el envejecimiento nuestras células, el paso de los años.

Pero nuestro cuerpo interior se renueva día a día.

Esta renovación solo puede ser posible por la acción del Espíritu Santo en nuestras vidas.

La palabra de Dios nos dice esta mañana que a pesar del desgaste de nuestro cuerpo exterior, vamos a obtener por medio de la gracia, una renovación día a día, de la gracia, de la fe y la esperanza de resurrección.

Las cosas visibles no son eternas
Todas las cosas visibles que conocemos, en este mundo, aunque parezcan ser sólidas son pasajeras.

Las cosas invisible son eternas
No debemos prestar atención a las cosas visibles, ya sean estas de aflicción o alegría, para no quedar atrapados o que nuestro caminar a la meta en Cristo Jesús, se vea refrenado.

Adónde Vas?

Juan 16:1-5 Estas cosas os he hablado,  para que no tengáis tropiezo. 2 Os expulsarán de las sinagogas;  y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate,  pensará que rinde servicio a Dios. 3 Y harán esto porque no conocen al Padre ni a mí. 4 Mas os he dicho estas cosas,  para que cuando llegue la hora,  os acordéis de que ya os lo había dicho. Esto no os lo dije al principio,  porque yo estaba con vosotros. 5 Pero ahora voy al que me envió;  y ninguno de vosotros me pregunta:  ¿A dónde vas?

Los discípulos no se atrevieron preguntarle a nuestro Señor Jesucristo: A dónde vas?

Esta pregunta nosotros la hacemos en los siguientes casos:

1.- Cuando un trabajador renuncia por un nuevo trabajo
2.- Cuando un hijo va a salir y no sabemos adónde va o no ha perdido permiso, sea menor y mayor de edad.
3.- Cuando pedimos un raid (aventón)
4.- Cuando unos vecinos (amigos) se van del barrio

Vamos a recordar una pequeña anécdota de Rubén Darío, nuestro poeta nacional, reconocido a nivel mundial como el máximo representante del Modernismo literario en lengua española.

Esta anécdota se ha contado en muchos lugares del país, y en un evento que se iban a reunir unos poetas, querían saber si Rubén era poeta.  Algunas recopilaciones dice así:

Le preguntan a Rubén Darío: ¿De dónde vienes, a dónde vas, cómo te llamas y cómo estás?

Rubén Darío contesta: De Nicaragua vengo, a España voy, Rubén me llamo y muy bien estoy…

Así como Rubén Darío contestó, sin vacilar.

Estas preguntas son para cada uno de nosotros.

De dónde vienes?

Para dónde vas?

Y esta es la pregunta más importante que nosotros debemos hacernos cuando vayamos a dejar este mundo.

Cuidado con los perros


Ezequiel 3:16-17 Y aconteció que al cabo de los siete días vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 17 Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirás, pues, tú la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte.

Atalaya: (tsafá) Vigilante, centinela

Normalmente un atalaya o vigilante se ubicaba en la parte más alta de un lugar, algunos en las copas de los árboles, otros construían una especie de torre, para poder visualizar cualquier peligro.
El profeta Ezequiel, fue el atalaya para la casa de Israel, fue el vigilante, el centinela, que Dios le hablaba para amonestar a Israel de sus pecados o de cualquier desviación que tuvieran que fuera como Dios lo había planeado.

Cuando se refiere a Atalaya, es a alguien que está en alerta, que está vigilando.

Uno de los Atalayas, que hace poco Dios lo llamó, fue el pastor David Wilkerson, quien estaba siempre vigilante de la sana doctrina de Jesucristo y alertándonos de los falsos obreros.

David Wilkerson, nos dejó un legado digno de imitar como el de un obrero fiel al evangelio de Jesucristo, en donde sus sermones y prédicas iban orientados a conocer y vivir la palabra de Dios en nuestras vidas, a buscar el arrepentimiento, a alejarnos de las cosas del mundo, a protegernos de los falsos profetas vestidos con piel de oveja, a advertirnos de tantas doctrinas de hombre que andan en el mundo y que tienen atrapados a miles por no decir millones.

El no fue un predicador de temas de prosperidad, que es lo más fácil encontrar hoy en día.

Filipenses 3:2 Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los mutiladores del cuerpo.

En esta lectura vemos al apóstol Pablo, que nos advierte de tres peligros: los perros, los malos obreros y los que son mutiladores del cuerpo.

Pero no podemos tomar esta cita en sentido literal, pensando que se refiere a los perros como el nombre que conocemos al animal que le llamamos el mejor amigo del hombre.

O que pensemos que se refiere a cuidarnos de pasar por una casa donde hay un perro bravo.

Ni tampoco a los malos obreros, si pensamos en obreros que hacen mal su trabajo en la construcción, ni mucho menos a los mutiladores del cuerpo, a los que asesinan cortando el cuerpo en partes.

No.

Reenvía este mensaje


Romanos 10:12-15 Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan; 13 porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. 14 ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? 15 ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!

Actualmente los que navegamos por internet, recibimos muchos correos que nos dicen: Reenvía este mensaje...

Algunos mensajes solo los leemos y luego los borramos.

Otros lo guardamos o al final le damos reenviar para otra persona, y así sucesivamente llegando a llamársele a esto una cadena.


Que es una cadena?

A la mente nos viene la imagen, su significado que es la varios anillos metálicos, enlazados.

Pero también cadena, tiene otros significados:

Tragedias: serie de acontecimientos

Explosiones: explosiones sucesivas

Personas: formar una cadena para acarrear o transportar objetos.

En la Industria: Cadena de hoteles, cadena de restaurante, etc.

Información: Cadena de radio y TV

Castigo: Cadena perpetua.

Cadena alimenticia: eslabón de seres vivos que se alimentan del anterior eslabón

En sentido figurado: el matrimonio, es una cadena que une a dos personas, sea por amor, cariño o sufrimiento, etc.

Volviendo al tema de reenviar este mensaje

Antes del Internet

Antes era una carta que te metían por debajo de tu puerta, que decía que debías de escribir 10 cartas más para otras personas, en donde decía que una persona mandó las 10 cartas y a los pocos días se ganó la lotería de 2 millones de pesos, y que otro no hizo caso de enviar las 10 cartas y a los pocos días murió.

Actualmente estas cadenas ahora abundan por internet, en algunos casos ya no se menciona que si no la envías te vas a morir, NO.

Ahora la asocian a un milagro que vas a recibir, que Dios te va a responder lo que le estabas pidiendo si la mandas a 10 personas más.

Que un milagro grande va a suceder el día de hoy y le ponen la fecha y hora automática en PowerPoint, de forma que siempre que abras ese archivo va a aparecer la fecha de hoy.

Y muchas personas se dejan llevar por esto y empiezan a reenviar los correos a otras personas:

Por Ej.: La persona que está leyendo esto, va a recibir hoy a las 7 pm lo que ha estado pidiendo, todo te va a ir bien, etc.

Son mensajes de prosperidad para el que lo lee, y se siente tan bien y se mandan a otras personas.  Basta con dar clic en reenviar este mensaje y ya.